Al pasear las calles tan holladas del presente -ahora ya pasado-, uno sentía como una vibración moviendo el suelo bajo sus pies, desdibujando las fachadas de los edificios, descorriendo el velo de la ciudad conocida como si fuera una simple ilusión, entre cuyas rotas costuras se pudiera ver al fin la brillante realidad de la ciudad futura, aquella que lo esperaba para concederle una vida mejor en algún punto impreciso del porvenir...
¿y si la ciudad futura fuese aún peor, bajo su apariencia promisoria?
ResponderEliminarlo digo sólo por incordiar ;-)
Eso... nunca lo sabremos ;-P
ResponderEliminarEl proyecto crece... No te conformes con estas entradas, lánzate a mandarnos una paginillas. ¡Lo estamos deseando!
ResponderEliminarUn abrazo enorme y enhorabuena.
Gracias, Javi, intentaré tener en breve esas "paginillas", estoy trabajando en ello, con mejores perspectivas que nunca...
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