jueves, 24 de noviembre de 2011

Puntos de fuga


La mirada no es nunca más sí misma que cuando huye, cuando se aferra a todo lo que toca con la avidez del náufrago a un madero flotante. Un ser hecho de dolor y huidas, que sólo encuentra su lugar, el que le es propio, en el furioso revoloteo de la mirada de uno a otro objeto, adhiriéndose a cada edificio cual superhéroe arácnido, poseyendo a cada viandante como un espíritu vengativo; siendo a cada instante enteramente, por un muy breve lapso de tiempo, aquello en lo que se posa. La paradoja, de nuevo, de encontrar en ello un hogar, el único posible para el yo etéreo, errante (puro humo apenas surgido de la combustión espontánea del yo de los conflictos cotidianos -del yo, sobre todo, del amor) en que se resume a veces todo aquello que uno puede o quiere decir sobre sí mismo. Habitar la vida, así, al paso, sin huella ni mañana, puro presente encarnado. Habitar, de nuevo, el mundo sin Ella.

2 comentarios:

  1. AVISOS POR PALABRAS
    "Se reclama escritor huidizo de mirada fugaz (o viceversa) para habitar temporalmente ciudad capital. Razón: la de siempre".

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  2. Escritor fugaz de mirada huidiza confirma próximo desembarco en Capitol City los días 3 y 4 de diciembre, en singladura singular hacia Oporto "Little Montevideo" y sus tristezas atisbadas en la bruma. Mucho que contar, más que compartir. Resérvese noche en Café Central, y toneladas métricas de colacao en polvo...

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