Luego, ella me dijo que me sabe feliz a mi manera, viviendo en mi mundo aéreo de ilusiones, y que tengo lo que merezco, lo que me he buscado, la vida que siempre perseguí; lo dijo sin rencor ni desprecio, sin juzgarme, con pasmosa naturalidad, casi con indiferencia. Yo, pese a saber que con ello firmaba mi sentencia de alejamiento (de ella, tan real, tan de carne y hueso, tan prohibitivamente tangible), no pude más que callar y otorgarle la razón. Sentí enseguida que todo en mi vida era vano, falso, ilusorio; que las palabras me habían engañado con su promesa de sustituir a la realidad, de devolvérmela mejorada sobre un papel. Pero no tardé en reaccionar, desenterrando de los cimientos de mi ser una vieja, no tan anquilosada certeza: ése soy yo. El de las palabras, el de las ficciones, el de las huidas. Y vi de nuevo, pese a todo, la posibilidad de hallar mi camino en torno a ello...
Más tarde, más templado, encontré las palabras que me habían faltado frente a ella, las que tenderían el imposible puente entre asumir quién y qué soy y no dejar de amarla... Palabras como siempre declamadas, declaradas desde una pantalla (ahora, desde dos), sin esperanza de conmover la mirada de su legítima destinataria, de derretirse en sus ojos verdes, de deslizarse mejilla abajo, quizá, transmutadas en verdes lágrimas...
"Todos los que vivimos en el aire acabamos encontrando algo en la tierra que nos hace querer mudarnos y habitarla en adelante... Y yo, (_ _ _ ), te encontré a ti".
Bueno, ¿por dónde empiezo.....? Quizá por la primera de las entradas que no había leído (por no entrar en todas):
ResponderEliminar"Errancias"
¿De errar (no acertar) o errar (andar vagando)? Creo que deberías haberte quedado a vivir en la Calle Bordadores de mi ciudad. Pero, como decidiste volver a esta "ciudad" (?) pues sólo te queda tu errar. Parafraseando la mítica película, "Siempre nos quedará Burgos". En serio, Unamuno decía que el que viaja huye de algo y, creo, tiene mucha razón. Ya sabes que yo salí de allí y, por otro lado, de aquí no me moveré.
"Mujer rodeada de palabras"
La caricia más suave y el golpe más fuerte. Aunque, muchas veces al silencio le ocurre lo mismo, ¿verdad? La palabra es un ser vivo; es vida en sí misma y, por ello, genera vida. Seguro que, con paciencia, todas estas entradas voltearán su contenido y darán, como fruto, no sé si otro blog, pero seguro que sí nos traerán nuevas sensaciones mucho más positivas, y reconstruirás el puzzle; por cierto, que nunca te decimos nada de las imágenes (salvo aquélla, ¿recuerdas?; sí, hablamos de ella la semana pasada): el conjunto es buenísimo, un complemento perfecto tal y como lo has colocado en la entrada.
"Quisiera decirte"
Cambia el título por "Te voy a decir algo [para que te quede claro]" (la apostilla me la guardo para el día de las cervezas) No se puede ser feliz amando sólo en un papel, en un sueño de esos locos que tan bien también conozco. Por cierto, se hacen realidad; tiempo al tiempo. Nadie puede ser tan "frío", tan indiferente, tan impertérrito, tan calculador para hacer daño sin ton ni son, sólo por placer; seguro que tus palabras calan... a no ser que sea un "ser inerte" Sobre el vocativo, no voy a decir nada (es Ana, ¿verdad?
En fin, perdona la incoherencia (si la hubiera) y la falta de cohesión, pero no tengo mucho tiempo y sí quiero dejarte la nota, que no he revisado, como verás. Eso sí, haz caso a Soares (creo); pero no hilvanes, cose.
Creo que no he conseguido transmitir bien el mensaje (es curioso, hemos hablado de estos errores de comunicación en el curso de excelencia telefónica): esas palabras no estaban destinadas a hacer(me) daño, ni de hecho lo hicieron; sólo pusieron de manifiesto una situación bien real y que a menudo (casi siempre) me pasa inadvertida. No fueron frías, sólo descriptivas. En realidad las agradecí.
ResponderEliminarCreo que voy a dejar al personaje descansar una temporada de tanto descalabro amoroso, para que se centre en las no menos trabajosas tareas de la amistad (que ya bastante tiene...). Mientras, su autor irá esbozando las líneas argumentales de la nueva temporada de Curioso pe(n)sar; este año aspiro a quitarle unos cuantos Emmys a Mad Men y The Walking Dead...
Y, sí, también creo que haré caso a Soares. De hecho, ya estamos trabajando en ello (Aznar dixit).
(Y por supuesto que el vocativo alude a "Ana"... Aunque también podría ser "Luz", no? ;-P)
Ay, si me hubiera quedado en calle Bordadores... Todavía lo recuerdo como mi primera experiencia de libertad "real", de vida sin red (es un decir, porque como siempre tenía a papi y mami al otro lado del teléfono y de la cuenta bancaria) que he vivido... No fue gran cosa (para empezar, no fue más de un mes y una semana), llegó algo tarde (a mis 24 ó 25) y no es que estuviera lleno de grandes hazañas (salvo un episodio en un supermercado con escalera mecánica, junto a dos chicas en minifalda que subieron un momento antes que yo... No olvides preguntarme al respecto). Pero en fin, ahí queda.
ResponderEliminarLamentablemente, no completé mi huida, así que sólo me queda errar (y qué pena que no exista el verbo "yerrar"... Suena a futbolista inglés)
Las imágenes son, por desgracia, lo que quedará fuera de la idea sugerida por Soares, por razones evidentes de derechos de autor... Pero bueno, no empecemos con el cuento de la lechera, todavía es sólo el germen de una idea. Además, si finalmente decido (intentar) publicar en papel todo esto, tendré que pagarle "derechos de imagen" a más de una fémina... ;-P