domingo, 13 de noviembre de 2011

Simplificando (Viajar, 13)

El viaje como manera de simplificar, de reducir las variables de una vida a aquellas pocas cuestiones que quepan en el equipaje, que dulcemente se pasearán por las calles nuevas con el halo de vida dejada atrás asomándole a uno a los ojos, prestigiándole la mirada con el brillo ¿heroico? de la renuncia. Ésa es la única compañía que se aceptará (más allá de la muda omnipresencia de los desconocidos, los otros): la de los recuerdos selectos, distorsionados por la distancia, resumidos en tres o cuatro escenas (un bello rostro de mujer, un amor nunca declarado, unas palabras en una pantalla que quizá nunca sean leídas por su destinataria) que calentarán las primeras, frías noches en la ciudad ajena...

3 comentarios:

  1. "En cada experiencia das por supuesta una insatisfacción que sólo se compensa en la suma de todas las insatisfacciones".

    No es culpa mía, échasela a Calvino y su Si una noche de invierno un viajero.

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  2. Díme la página, me gustaría leerlo en su contexto. En cualquier caso, una frase sugerente, con múltiples interpretaciones.

    La culpa queda echada (aunque te toca a ti la responsabilidad subsidiaria).

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  3. Página 159.
    Me apunto la culpa subsidiaria o vicaria ;P

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