domingo, 27 de febrero de 2011

Musa madura

Contemplo a día de hoy tu madurez serena, por la que no recibes sino alabanzas; dicen que estás en tu mejor momento, fuerte y creativa, superviviente de ti misma, de una juventud tumultuosa demasiado tiempo prolongada, puro sueño de rock y noches insomnes que no dejaron, sin embargo, poso alguno en tu belleza. El tiempo nos ha amigado, y ahora podemos hablar sin miedo a las barreras de entonces, la mía de chico bueno, tímido y poco experimentado, que te miraba -siempre de lejos- con adoración teñida de pánico; la tuya de cruel y caprichosa diosa del deseo ajeno, que manejabas con látigo firme y sabiduría inmemorial de hembra de bandera, en noches interminables en las que, sólo cuando decidías retirarte agotada, el sol se atrevía a salir de nuevo... Sin embargo, ay, amiga, debo decirte algo: cuando se es tan bella como tú, crecer y hacerse adulta (y casarse, y tener hijos, y tantas otras claudicaciones) puede ser el peor de los pecados... Y debo confesar que cada vez que te miro, aún hoy, no puedo sino ver, tras la serenidad que ha suavizado con el tiempo tus rasgos perfectos, a aquella otra tú, aquella que fuiste entonces; y sé -y me odio por ello- que nunca te amaré tanto como amé a aquella diosa inalcanzable que reinó implacable sobre mis fantasías... Pero lo peor no es eso; mi condena es saber que también tú, por muchos logros que alcances, por mucha sabiduría que acumules, no podrás librarte jamás de una oscura sensación de pérdida bulléndote en las entrañas, la pérdida de algo precioso e irrecuperable que te hubieran arrancado de dentro, una parte de ti que ardió, hace ya tantos años, como una estrella fugaz -inconsciente de su fugacidad- en las únicas noches verdaderas que nos es dado conocer en vida... Pues esa y no otra, amiga, es la maldición de las mujeres cruel, sobrenaturalmente bellas. Como tú.

(N.del T.: La foto que acompaña el texto pertenece a Christina Rosenvinge, a quien evidente -y lamentablemente- no conozco, pero cuya belleza sobrenatural, que la edad y el paso del tiempo respetan casi con reverencia, ha inspirado este pequeño "what if"...)

7 comentarios:

  1. Yo también creo que esa mujer es sobrenaturalmente hermosa, pese a sus cuarentaymuchos años... Pero lamentablemente, nunca me ha parecido sobrenaturalmente buena cantante, a pesar de tener una bonita voz, y te juro que lo he intentado.

    ResponderEliminar
  2. Yo no he seguido su carrera, pero este último disco pinta interesante (de momento el single suena fenomenal). De todas formas, sólo he tomado prestada su imagen (bueno, y un poco, como dirían los modernos, "su concepto") para escribir esta entrada (en la que de todas formas, como suelo hacer, he puesto también alguna cuota de experiencia personal). Lo cierto es que esta mujer me suele provocar este tipo de pensamientos (en lugar de, ejem, los más obvios). Si crecer siempre es perder algo, creo que esa pérdida debe de ser intolerable para quienes han reinado absolutamente, por su belleza -o su disposición a usarla cruel y carpichosamente- en otras épocas de la vida. Por mucho que ahora, seguramente, esté en su mejor momento.

    ResponderEliminar
  3. Yo la vi por el centro de Madrid, y parece que tiene 25 años. Por otro lado, estuve en un concierto suyo, y casi caigo dormido.
    Este nuevo single tiene buena pinta, a ver...

    ResponderEliminar
  4. Pues, son 47 los que va a cumplir... ¿Qué hemos hecho con nuestros cuerpos...? En fin, dejemos la música a un lado (creo que he escuchado tres canciones de ella... demasiado poco para mis gustos...) y vayamos a lo subyacente.
    ¿Hablamos de la metáfora continuada (en cuanto al referente) o lo dejamos estar? Quizá quien suscribe estas palabras conozca más de la cuenta y, por eso, pida permiso al autor de la entrada para tratar el tema expuesto en la pregunta...

    ResponderEliminar
  5. Lo cierto es que, como bien has detectado, sí que hay un referente personal... Pero el texto de la entrada no alude completamente a ese referente, sino que lo mezcla con reflexiones de tipo general, e incluso los matices peculiares que, dentro de esas reflexiones, inspira el caso concreto de Christina Rosenvinge. En otras palabras, "no digo lo que digo", o al menos no por completo. Más bien, en base a esa mezcolanza o mejunje de reflexiones/sensaciones/sentimientos, elaboro una historia, con una de los múltiples posibles desarrollos que podría tomar. Sí creo, de todas formas (más me vale) que se puede amar a esa musa madura, aunque con una cierta sensación de pérdida, pareja a la que sienta ella misma (también se puede amar, con la distancia del tiempo -de manera retroactiva- a la diosa cruel y caprichosa... pero tiene menos réditos "reales").

    ResponderEliminar
  6. Pues por una casualidad de la vida, estuve en el concierto de presentación de la "La Joven Dolores" en la Joy Eslava el viernes pasado. El inefable Nacho (quien por cierto fue el cámara en el video "Mi Vida Bajo el Agua") me invitó ya que le sobraba una entrada.
    Y esta vez no me aburrí, nada de nada. El disco nuevo es realmente bueno.

    ResponderEliminar
  7. Caerá en breve, Javi... Ya sabes que yo aún compro discos ;-).

    (¿Hay algún rollo de modernos en el que no esté metido Nacho?...)

    ResponderEliminar