Una colección de minúsculos extrañamientos, epifanías de bolsillo, miradas al paso con las que el pensamiento avanza, quizá a ninguna parte, encerrado en el laberinto interior de una polisemia: curioso pensar, este pensar curioso...
jueves, 30 de septiembre de 2010
Madrid, 1
Eres la ciudad que habitas. Tener la identidad más fuera que dentro de uno mismo, tener una identidad-ciudad. Tantas cosas entonces no tendrán ya que cuestionarse, estarán resueltas en el aire que respiras, en el ritmo con que se mueve la gente alrededor, con que te mueves tú mismo. Es un reconocerse ciudadano de la ciudad ajena, si es que la ciudad ajena no es realmente la ciudad propia, y la propia la ajena, en una plástica paradoja que puede durar una vida entera.
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