domingo, 7 de noviembre de 2010

Mi vida sin mí


"En mis mejores momentos, ni siquiera estuve presente". Momentos con la cualidad de lo literario; y es que ¿exige lo literario, como parece, una ausencia (la del yo, el sujeto de la experiencia literaria, el observador)?. ¿Se puede producir un sutilísimo desplazamiento de la mirada, como un zoom a la inversa, que nos permita desencarnarnos por un momento (no estar ahí) para vernos como el personaje de una situación que, merced a ese desplazamiento, cobra los tintes de lo literario? ¿En qué consiste esa cualidad esquiva? ¿Es eso sin nombre lo que buscamos al viajar, al acariciar la idea de trasplantarnos a otra ciudad (de trasplantar nuestra extranjería a algún lugar extranjero)?

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